Sorprendentemente, a falta de inspiración, me fui por ahí, sin rumbo fijo…a la deriva como cualquier envoltura de dulce guiada por el viento, y en esas, me en el bus, se sube un tipo que siendo sinceros, pensé que me iba a robar, pero no, en vez de violentarme, narro la siguiente historia:
En una villa alejada del bullicio de la ciudad, vivía un viejo sabio, al cual acudían todas las personas de esta villa. Siempre, en todas sus predicciones, todas sus conjeturas, todo todo lo que decía, el viejo sabio tenía razón. Un día, desde muy lejos, vino un hombre muy rico, era el dueño de toda la tierra conocida por los aldeanos, pero al preguntar por el sabio, este le dijo que él era un hombre lleno de avaricia, y que no atendería a su llamado.
El hombre enfureció y en la plaza central reunió a todos los aldeanos y dijo: Le daré 100 monedas de oro, a aquel que logre engañar al sabio y lo haga quedar mal.
A esto uno de los aldeanos más pobres contesto: Yo lo haré, pero que sean 200 monedas. El hombre rico no dudo, y aceptó el trato.
Así fue como el aldeano ideo un plan para lograr engañar al viejo sabio y partió hacia donde se encontraba este. Al llegar escondió un pollo en su espalda y dijo mentalmente: Le preguntaré que es lo que tengo en la espalda, si realmente están sabio, me dirá que es un pollo, luego le preguntare si está vivo ó está muerto, si me dice que está vivo, lo matare con mis manos y si dice que está muerto, lo dejaré vivir, y así lo engañare.
Al entrar, el aldeano pregunto, ¿Qué estoy escondiendo detrás? El sabio dijo: Es un pollo, Muy buen, ahora dime sabio, está vivo ó está muerto, el sabio pensó durante unos segundos y dijo: Es fácil, si está vivo ó está muerto, solo tú puedes decidirlo.
El aldeano quedo atónito, se arrodilló y pidió excusas al viejo sabio por intentar engañarlo.
Y aquel sujeto de dudosa procedencia que se subió en el bus, termino diciendo:
Cada quien es el responsable de sus actos y dueño de su propio destino.
Yo no suelo darles dinero a los que se suben en los buses, pero él si se lo merecía.
Autor: ???
Narrador: ??? - Artista callejero.
Fuente: Los ladrillos de la calle 3ra con Av. 68.
Vaya lección ke me ha dado Sr. Black. Puedo decirle que estoy agradecida y hoy dormiré pensando en ello... mucho mejor.
ResponderEliminarPD: Yo también quiero que me narren cuentos en el bus.
wow pues esa historia es de un filosofo no me acuerdo yo ya la conocia de ase tiempo cundo fui a un curso de recursos humnao se llamava motivacion a los trabajadores por cierto muy bueno ese curso sale cuidese bien y portese mal luego nos vemos aios
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