Pues que les cuento, ya un poco más centrado en mis cosas, puedo volver a escribir en mi estilo, además de un percance en mi vida afectiva, esta semana estoy muy rabón, así que la historia me Salió del fondo del corazón, jajaja. Me gustó mucho aunque no esté tan estructurada, y es “larga” así que la particioné en 2, sin más preámbulo, les dejo la primera entrega:


EL MONSTRUO DEL ESPEJO – PARTE I

No era fácil decidir, y menos cuando te están apuntando en la cabeza con un arma. Ahora que estoy fuera de la situación pienso que ese sujeto estaba loco. Lo conocía de un tiempo hacia atrás, pero jamás me imagine verlo en una situación tan delicada. Ese día me invito a tomarme unos tragos con él, y como era de costumbre a escuchar música. Pero cuando llegue a la fiesta, vi espantado como todo el cuarto estaba revolcado y las luces apagadas.

Atada de pies y manos a una silla, se encontraba una chica de unos 17 años, se trataba de una chica a la que persiguió en busca de amor unos meses atrás y debo reconocer que era hermosa, cara finita, piel blanca pero no de ese blanco leche asqueroso, no, era hermosa y su pelo, ni hablar de él, castaño claro tirando a rubio. Aun en la situación que se encontraba, en medio del llanto, se veía bien. A unos escasos metros de ella, hacia el otro extremo de aquella pequeña habitación, se encontraba otra chica, a la que había conocido años atrás y también por la misma esperanza. La chica lucia más madura, yo le pongo como unos 22 años, pero en hermosura era igual a la chica del lado, solo que su pelo era un poco más oscuro, y como imaginaran, ella también estaba amarrada de pies a manos pero a una columna.  

Ambas lloraban, aunque estaban amordazadas y casi no se escuchaba su molestísimo llanto. De repente a la habitación entro ese sujeto, mi amigo, era un niño, me refiero a que era muy joven, tenía 21 años casi 22 en verdad, era un flaco con su pellejo tatuado y su cara tenía una tonalidad de odio asquerosa.  En su mano sostenía un revólver, tan hermoso como aquellas chicas, pero no sé si tan peligroso.

De repente vino hacia mí, y se quedo mirándome fijamente, yo me aterre un poco al principio, pero luego el chico empezó a reír, y su risa me contagio de una confianza certera hasta el punto de reírme con él. Luego mientras reía, apunto directamente a mi cara y me dijo: “Tengo tres balas en esta pistola, y somos cuatro, ¿quién merece morir?, ¿quién merece vivir? El maldito se rasco la cabeza con la punta del revólver, que inconsciente, pudo haber muerto el muy tarado. Pero el maldito señalo estar listo y giro su mirada hacia las chicas. Juro que en ese momento no imagine lo que se vendría. ¡Lo Juro!

Autor: Ricardo Mathieu.
Fuente: Los ladrillos de mi oficina.

4 comentarios:

  1. :o muy interesante black emocionante que paso ....
    jeje muy buena esperare la segund aparte O_O
    cuidese bien y portese mal bye

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  2. Para comentar como se debe esperare la 2da parte! xD Me dejo... preguntandome muchas cosas! u_u

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  3. Pues ese asesino me sonaba a Jack black...oh! sí ke lo veo reflejado.
    Esperando con ansias la segunda entrega!!!

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