En Nombre De La Ciencia


Bueno…Lo prometido es deuda…y como se pasa de rápido el tiempo , llevamos 1 mes de historias, espero que les hayan gustado y aquí les va mi historia, de cómo quede atrapado en el congelador, como siempre, espero que les guste. Va dedicada a todos los que han dejado comentarios en las entradas, Especial para Craftera, Ninfer, Droy y Duver (aunque no haya vuelto).

En Nombre De La Ciencia

Erase yo un niño de, di tu unos 10 años, y para esa época no había alcohol, drogas ni mujeres en mi vida, así que por aquel tiempo era  muy ñoño, muy nerd (aun lo soy, pero conocí otros placeres mundanos que a veces me desvían de camino). Así que como todo un hombre de ciencia, me encantaba experimentar con todo, incluyéndome.

Después de un breve análisis, no sé cómo se me ocurrió y concluí: “Si el frio neutraliza y evita el calor, probemos hasta donde esto puede ser verídico”, pensé entonces en algo muy caliente y pues estando en la cocina, al lado de la estufa, mientras se calentaba un chocolate, decidí calentar una cuchara, y no sé si estúpidamente, pero si con mucha mente, coloque la cuchara en mi boca, mas precisamente en mi lengua. Se podrán imaginar el quemón tan bárbaro y también el dolor, pero que caray, todo por la ciencia.
Luego de muchas horas de aguantar el dolor, empecé a pensar: “Bien, ahora necesito algo lo suficientemente frio como para contrarrestar el calor en mi lengua”, así bien, si hay algo en la cocina que represente este frio, era…SI! El congelador!!! (Pésima idea por cierto).

No siendo más el motivo por el cual estar en la cocina, abrí el congelador, y metí mi cabeza, saque la lengua y la pegue. Uy!!! Aun lo recuerdo, fue tan refrescante, tan rico, que decidí dejarla más tiempo pegado…Pero unos minutos más tarde empecé a sentirme mal, así que me dispuse a partir. Como ustedes sabrán la lengua saliva, la saliva se congela, Resultado, ESTABA ATRAPADO. Se me quedo pegada la lengua al congelador, fue horrible, intente quitarla pero me salió sangre al rasgarla, luche y luche, luego grité y grité, hasta que en esas cosas de la vida, alguien me escucho, entro a la cocina y llamo al resto de la familia, luego intentaron quitarme pero fue inútil, desenchufaron la nevera echaron agua, no sé que mas, pero quedo feo-feo, ver sangre congelada se ve muy extraño, pero se ve hasta gracioso.

Después de varias terapias, recupere mi lengua, aunque no la tengo unida del todo a mi paladar, la tirita debajo de mi lengua no existe porque de tanto jalar se rompió, así que tengo relativamente suelta la lengua. (Quizás esto incida en mi forma de besar, que según las encuestas, afirman que es de primera calidad).

Autor: Ricardo Mathieu
Fuente: Recuerdos de mi niñez.

4 comentarios:

  1. xD bravazo! me haz hecho reir... demasiado bueno para ser verdad jaaa
    Gracias por la dedicatoria y siga asi niño Black. Por cierto, buena receta =P

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  2. :o Kawai!! Ya entiendo a que te referias en el chat xD. Buena entrada. Lamento no haber venido antes a este genial blog.

    Buena entrada. Saludos

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  3. jajajaja... quemon tan barbaro??? o quemon tan hp el que me pege??? jajajajajajaj

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  4. jajaj que granhijueputa , y todavia pone a ainstein con la lengua a fuera mucha gueba
    y que asco y usted sin tirita en la lenguas

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