Hola A Tod@S, Ya Hace Un Buen Tiempo No Publicaba Nada, Espero Verán Que Valió La Pena O Al Menos Eso Espero, La Siguiente Es Una Historia Que Nace En Febrero De Este Año, Posteriormente Es Re Escrita En Junio Por Cuestiones Sentimentalegales Y Luego Es Digitalizada Y Reeditada En Septiembre Y Octubre, Así Que Como Verán Es Una Historia A La Que Le Dedique Mucho Tiempo Y Trabajo Mental, Es Una Historia Muy Personal, Muy Íntima Y Aunque Refleja Los Deseos Del Corazón, No Refleja Y En Esto Enfatizo, NO REFLEJA Los Deseos De La Razón, No Siendo Más, tanto Así, Que El Nombre De La Protagonista Tuvo Muchos Nombres Antes De Quedar Como Jessica, Una Joven (Perra) De 18 Años Que Paso Como Paola, Como Stacy, Como Luisa, Como Yessica y Finalmente Como Jessica, Obvio Su primer Nombre En la Historia Fue, Bueno Ustedes ya Saben, Pero Por Cuestiones Legales También Saben Que No Lo Puedo Poner Pero, Espero Les Guste, Ah, Aprovecho Y Le Dedico Esta Entrada A Mi Queridisima Craftera Que Siempre Anda Muy Pendiente De Ladrillos, Para Ella Un Saludo y un Deseo De Feliz Cumpleaños. No Siendo Más Los Dejo Con Esto Que Se Titula “El Día En Que La Calle 8 Ardió”.
El Día En Que La Calle 8 Que Ardió
¡No! La culpa no es tuya, ni de él, es de ambos. Eso me lo enseñó alguien que estimo demasiado, me lo enseñó de la manera más cruda.
- ¿Ah sí? Cuéntamelo Entonces.
A cambio de un trago de tequila, o mejor una botella, la historia es larga.
Jessica y Ricardo tuvieron una relación por unos cuantos años, luego las cosas fallaron, simplemente se salieron de control y cuando ya no podían manejar la situación terminaron, pero terminaron muy mal, de repente se vieron envueltos en una serie de situaciones de amodio que cada vez los alejaba más, hasta que Ricardo dejo de aparecer en la vida de Jessica y con esto todo quedó en el olvido, o al menos así parecía.
Ricardo abandonó el pueblo, lo dejo todo tirado, su trabajo, su familia, sus amigos, su casa, su amada.
Pasaron los años y Ricardo reapareció en la ciudad, todos se extrañaron mucho al verlo, lucia haraposo, barbado, con el pelo largo, la mirada desorientada y dicen que parecía más un animal que un ser humano y más extrañados quedaron todos porque al cabo de un par de días nuevamente desapareció sin dejar rastro alguno, solo se sabía que Ricardo estuvo comprando cosas en una ferretería, una serie de elementos que no tenían relación alguna entre sí, luego de eso, dicen que entró a su antigua casa y jamás lo volvieron a ver. Muchos decían que se había ido con la noche.
En realidad Ricardo seguía en el pueblo, pero si tenían razón, solo salía de noche, como la noche del 12 de Noviembre, cuando con una caja donde guardaba todo los dispositivos que había hecho con los materiales que compró y luego de hacer una lista detallada de lo que se disponía a instalar, se dirigió hasta la casa de Jessica, más exactamente hacia su auto y sigilosamente instaló dichos dispositivos, luego sin más que hacer por el momento, regresó a casa.
Los días pasaron y la mañana del 14 de Noviembre salió al jardín de su casa, donde había un perro callejero, no muy lejano al aspecto que tenía Ricardo, este le dio comida, le dio un poco de agua y jugo durante un rato con él, luego se echaron el uno sobre el otro y contempló el cielo, Ricardo se sumergió así en un profundo pensamiento, luego se levantó se despidió de aquel perro quien le dio un lametazo y un par de ladridos, seguramente de buena suerte y así partió junto con su caja de herramientas.
Los que lo vieron ese día, pensaron que el viejo Ricardo había regresado, paso por la peluquería, por la tienda de modas, por la zapatería, en fin, al finalizar el día parecía un importante y distinguido doctor que venía desde la capital en un viaje de negocios, ese día hablo con todo el mundo, pero no solo hablo, sino que bromeo y rió con muchos, excepto con la vieja Marlen, le caía mal desde pequeño, pero incluso a ella le asintió con la cabeza y esbozo una leve sonrisa. Pero hubo un momento en el que la gente lo dejó de ver, fue como si se hubiese esfumado, desapareció por completo.
9:00 P.M. Ricardo Era plenamente consciente que al hacer esto moriría al igual que ella, pero todo el esfuerzo que había puesto en ello no valdría de nada si no pudiera ver su cara de desespero y dolor, así que decidió subir el telón.
9:10 P-M. Llegó hasta el parking y sigilosamente fue hasta el auto de Jessica, abrió la puerta de atrás y se acomodó de tal manera que la sombra de uno de los muros sobresalientes lo cubriera. Al cabo de unos minutos se escuchó la alarma del auto, era Jessica que ya salía de trabajar, el momento había llegado. Abrió la puerta y desprevenidamente tiró sus cosas en el asiento de atrás. Se miró en el retrovisor, aplicó un poco de labial en sus finos labios, sonrió y justo cuando encendió el auto, los seguros se activaron, un tanto extrañada activo y desactivo los seguros, pero estos no se movieron así que intento subirlos manualmente, pero estaban atascados y al notarlo empezó a forzar la puerta, se desesperó de tal forma que empezó a gritar y Ricardo supuso que era justo aparecer. Lentamente como si se tratara de una escena de alguna película de terror, se levantó hasta aparecer frente al retrovisor y entre sonrisas dijo:
-Deberías calmarte, la puerta no se abrirá y tal vez puedas hacerte daño.
No salió como lo esperaba, ella no se calmó, por el contrario se alteró aún más y comenzó a patear la puerta que afortunadamente para Ricardo y desafortunadamente para ella, él había reforzado en su primera visita al auto.
Estaba Como Loca Así que esto acabó con la pasividad de Ricardo quien la tomó de su castaña cabellera y la golpeó contra el timón un par de veces, con esto no solo se calmó por completo sino que se desmayó y así aprovechando esto Ricardo siguió adelante con su plan. Le ató las manos al volante con cinta adhesiva de la industrial con tono gris, luego hizo lo mismo con los pies uno al acelerador y el otro sobrepuesto en el freno, encendió el coche el cual comenzó a andar lentamente, mientras él lo dirigía torpemente con sus brazos, salió del parking hacia la carretera y sonrió pues para él ahora comenzaría lo divertido.
9:30 P.M. La Velocidad Aumentaba y luego el auto empezó a chocar con otros haciendo que Jessica despertara y al verse en esa situación gritó como nunca pidiendo ayuda, parecía una perra indefensa ladrando de su predador e intentó zafarse, pero era inútil, así que lo único que pudo hacer fue frenar abruptamente en la carretera.
- Mucho tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos, siento tanto que tenga que ser así.
Aterrada ella le contestó: - ¿Qué Quiere? ¿Qué es todo esto Ricardo?
-Hola. ¿Cómo estas Jessica?
Que Quiere hijueputa, suélteme
-Hola. ¿Cómo estas Jessica?
Suélteme, suélteme maldito enfermo como cree que voy a estar.
- No lo sé, hace mucho tiempo no creo nada de ti.
Pues No estoy bien si es lo que quiere escuchar, si es lo que le hace feliz, no, no estoy bien.
- ¡Ja! Lo que quiero… No, no es lo que quiero, pero si tiene que ver con algo que me hará feliz, así que…
Y ¿Por qué hijueputas me jode a mí? Suélteme.
- ¡¿Por qué?! Que curioso, aunque es difícil de explicar, pero bueno empecemos.
Y Así fue como activo el segundo botón.
9:38 P.M. Un clic seguido de una leve explosión; la gasolina había empezado a correr por el interior del auto, luego, Ricardo sacó de la guantera otro tarro de gasolina y la regó deliberadamente sobre de Jessica. Desde luego, ella enloquecía con cada chapuzón de gasolina. Ricardo se quedó mirándola fijamente y la beso, mientras esparcía más gasolina sobre sus cabezas.
- ¿Recuerdas Cuando te dije que moriría por ti? Tú me respondiste que también lo harías por mí. Mi niña, ese día ha llegado, es hoy, es ahora, moriremos, morirás y seré feliz, moriré y serás feliz.
Luego un silencio se quedó en el ambiente pero fue roto por un tercer botón que hizo clic y del techo del auto surgieron unas leves llamas.
- Quédate quieta, si tan solo una chispa logra alcanzar la gasolina, será el fin.
9: 46 P.M. Jessica se quedó inmóvil y su cara hizo un gesto de desprecio infinito hacia Ricardo:
Hijueputa, espero que se pudra en el infierno.
- ¿¡El infierno!? ¿Aún no lo entiendes? Allí estoy desde que se acabó lo nuestro, solo regrese para llevarte conmigo, solo quiero ser feliz y no existe otra manera.
Y Diciendo esto, una llama justo encima de Jessica se avivó y logro alcanzarla.
9:52 P.M. Jessica gritaba estrepitosamente y al mismo tiempo intentaba liberarse, Ricardo solo veía la escena muy impaciente, pero al cabo de unos segundos se puso en posición fetal y transformó su cara en preocupación se mecía de adelante hacia atrás, dándose topes con el vidrio del auto, Jessica en un entendible reflejo de supervivencia logro desatarse, pero rasgo su piel, dejando así expuestos sus músculos y tendones, Ricardo se mecía aún más rápido y de sus ojos salían lágrimas, cerró sus ojos por un momento y al abrirlos de nuevo Jessica ya estaba completamente en llamas y con esto Ricardo que aún estaba ileso, soltó una risa despiadada y luego rompió en carcajadas que contrastaban con los gritos de dolor que ella inevitablemente soltaba.
- Este no es ni la mitad del dolor que alcance a sentir cuando me dejaste, pero algo es algo, además, esos gritos son parecidos a los que mi alma hacía cada noche, intentándose liberar de tu ser, de tus recuerdos; nos vemos en un rato amor. Jessica dejó de luchar, el fuego había consumido su cuerpo, ella había muerto.
10:00 P.M. Ricardo ya a punto de desmayarse a causa del humo, se acercó al cuerpo incinerado de Jessica y empezó a besarla casi sin ninguna precaución, su cuerpo inevitablemente empezó a quemarse también, pero era como si Ricardo no fuese materia, no sentía, solo tomo el rostro de Jessica con ambas manos y puso sus labios sobre los de ella.
10:10 P.M. Afuera, el caos vehicular era impresionante y las autoridades no se explicaban que estaba sucediendo, luego de mucho esfuerzo lograron abrir el auto y en su interior encontraron los dos cuerpos aun ardiendo levemente, sus cabezas unidas como si hubiesen muerto amándose con locura. Obviamente nadie lo entendió, pero curiosamente en la parte de atrás del auto encontraron una caja fuerte pequeña que serviría para aclararlo todo.
Me preguntaras cómo es posible que yo sepa todo esto y a veces pienso que sería mejor no saberlo, pero veras, resulta que yo era el mejor amigo de Ricardo y tallado en un costado de la caja fuerte se encontraba mi nombre, era obvio, yo sabía la combinación de aquella caja, no era difícil, 420 – 600 – 900, ese número salía del aniversario de Jessica y Ricardo, alguna vez en la universidad, descubrí que tenía un cuaderno repleto con esta fecha, solo alguien como yo sabría de la existencia de ese cuaderno, solo alguien como yo que lo había ayudado a destruirlo entre el fuego una noche en el que entre tragos Ricardo intentaba olvidarla; si, alguien como yo sabría la combinación.
Así fue como decidí probarla y efectivamente se abrió la caja. Adentro, encontré toda la historia de Jessica y Ricardo, casi parecía un libro de alegrías y tristezas, incluso estaba escrito todo lo que había pasado los últimos días, terroríficamente estaba escrito lo que haba pasado en ese auto hasta el último momento en que los dos dejaron de respirar y por mórbido que parezca y a la vez increíble, se encontraba una foto de los dos cuerpos incinerados y besándose, firmada al respaldo por Jessica y Ricardo seguido de una leyenda que decía:
“Ninguno de los dos es el culpable de nuestra muerte, pero si somos culpables de dejar acabar y morir nuestro amor, que era nuestra vida”.
15 De Noviembre: Los dos cuerpos desaparecen de la morgue, no hay rastro alguno, el guardia no se explica cómo pudo haber sucedido, los familiares se encuentran consternados y preguntan a la policía ¿Qué fue lo que pasó?
24 de Diciembre: Ricardo es visto por algunos conocidos, cerca de la casa de Jessica en la calle 8. Curiosamente esa noche, mueren un joven, Jhonnatan con quien Jessica tenía relaciones sexuales ocasionales. Su Cuerpo es hallado en un parque, totalmente incinerado y con una marca en el pecho; las autoridades confirmaron que es idéntica a uno de los tatuajes que tenía Ricardo en el brazo.
15 de Junio (Año Siguiente): Ricardo es nuevamente visto en la calle 8 frente a la casa de Jessica, parecía estarla esperando algo o a alguien, luego se desvaneció con el viento y jamás volvió a ser visto.
AUTOR: Ricardo Mathieu
FUENTE: Universidad Libre
FECHA: Febrero – Octubre de 2011
FELIZ CUMPLEAÑOS STEFANY